lunes, 7 de abril de 2008

.:Entre Rejas:.


La prohibicion de la libertad, es la forma mas antigua de castigar al hombre y también una de las formas de tortura psicológica mas eficaz.
despojarte de tus derechos,es en cierta forma cortar con todo vinculo que te conecta con la vida misma.
Porque decidir es la palabra justa que engloba a la perfección lo que es según yo el significado de libertad,tras las rejas todo esto queda limitado a la subordinacion de personas como nosotros ,que por derecho casi divino disponen de nuestros actos. el tema no es menor ya que esta gente se encuentra bajo prisión por algún delito cometido y de alguna forma deben pagar por sus actos,pero no me queda claro si esta es la forma mas indicada para que la gente, castigada por otra gente, tengan un cambio 100% real.

3 comentarios:

Ra[Z]ieL.! dijo...

Sin lugar a dudas, la privación de libertad es uno de los temores colectivos más grandes de nuestra sociedad a lo largo de la historia, de hecho si lo pensamos bien, veremos que como individuos, no nos comportamos correctamente (según los cánones que sean impuestos) por seguir a nuestra conciencia, más bien lo hacemos por temor a nuestro castigo directo que dependiendo nuestro delito, sería el encarcelamiento. Siempre he creído que el ser humano, es un ser corrupto por naturaleza, que si no vivimos un caos absoluto, es simplemente por temor al castigo de estar encerrado.
Personalmente, preferiría morir a enfrentar tal presión psicológica, no me creo capaz de sobrellevar algo así como el encarcelamiento.
Ahora bien, no solo los presos enfrentan esta "tortura", también lo son los rehenes y más cotidianamente las personas abusadas psicologicamente, ya que ellas son privadas de la libertad más ínfima y a la vez más importante, la libertad de pensar.
Volviendo al tema, pienso que quien este en un lugar así, es porque se lo buscó, sé que hay porcentajes que me podrían decir que no necesariamente es así, pero al menos, para no caer en esta condición prefiero mantenerme al margen de cualquier problema o acto que me pueda llevar a esa condición. El problema está en pensar, ¿ cuántas personas que realmente merecen estar ahí, siguen libres ? o aún más profundamente, estando nosotros afuera ¿ somos realmente libres?.

Unknown dijo...

Dificil el tema que propones, pero muy interesante. Creo que nunca habrá un castigo "justo" para culquiera que cometa un delito, por la sencilla razón de que no se engloba a la persona, si no sus actos. ¿Es justo que un pobre robe para comer y sea condenado con el mismo castigo que un rico que roba por hacer aun más rico? Además, creo que un crimen como un asesinato jamás podrá estar legislado de una manera coherente. Un padre ó madre, o hijo que pierde a un familiar cercano por culpa de un asesino, sean cuales sean los motivos, jamás estará contento con la condena del agresor, porque su familiar no regresará. Hablando de lo del arrepentimiento ó si la persona puede tener una reconversión, es decir, si vale para algo que este en la cárcel, lo veo todavía más complicado. A esa persona le quitas la libertad, que es el bien más preciado, pero, ¿es justo el castigo?, ¿9 ó 10 años es suficiente por matar a alguien? y aun más importante, si cumples condena por un asesinato, y al salir, reincides en otro asesinato. ¿Cuál sería la condena justa? ¿Otros nueve años? ¿Cadena perpetua?
Cómo te decía dificil solución tiene, no sé si es justo ó no, pero es lo que hay... un saludo

Judas dijo...

Mirá, acá en Argentina la función de la casa es de reinserción social y por las condiciones en las que se encuentran lo único que hacen es que el presidiario salga con más problemas de los que ingresó.

SAludos y fuerza